Se considera la obra maestra del pintor del siglo de oro español Diego Velázquez. Acabado en 1656. Es una pintura realizada al óleo sobre un lienzo de grandes dimensiones formado por tres bandas de tela cosidas
verticalmente, donde las figuras situadas en primer plano se representan a
tamaño natural. Es una de las obras pictóricas más analizadas y comentadas en
el mundo del arte.
La escena del
cuadro se desarrolla en una sala del Real Alcázar de Madrid, donde Velázquez
tenía su estudio.
El cuadro
representa el momento en que la infanta Margarita entra a curiosear en el
taller de Velázquez mientras este retrata a sus padres. El rey y la reina posan
delante del pintor. Por esta razón, sus rostros aparecen reflejados en el
espejo del fondo.
Junto a la
infanta Margarita, las dos damas de honor o meninas. A ellas se debe el nombre
del cuadro.
A la izquierda,
Velázquez. Viste de cortesano y sostiene la paleta y los pinceles.
A la derecha, la
enana Mari Bárbola y el bufón Nicolasito Pertusato, que juega con el perro.
En segundo
término, una dama de compañía y un guardián. Y al fondo, en la puerta, el
mayordomo de la reina.
En este cuadro,
Velázquez demuestra una vez más su genialidad y su extraordinaria habilidad
compositiva. La ubicación de los personajes, así como el tratamiento de la luz
y de la perspectiva nos invitan a participar de lleno en la obra, situándonos
como espectadores en un plano muy cercano al de los propios monarcas. Es decir,
delante del mismísimo Velázquez, presenciando toda la escena.
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